La historia de Silvent

El ruido ha sido todo un desafío desde que surgió la manufactura moderna. Al principio, ni los sindicatos ni las empresas sabían lo peligroso que era el ruido. La ignorancia condujo a la pérdida de audición para muchos trabajadores industriales. Y entonces quedó claro que era necesario disponer de una mejor comprensión y una solución para el problema.

A principios de la década de 1970, resultó obvio que muchas personas de la industria sufrían pérdida auditiva. En consecuencia, las partes del mercado laboral de Suecia establecieron un grupo encargado de investigar el problema y presentar una propuesta sobre cómo reducir el ruido. El ingeniero acústico Stig Ingemansson fue el encargado de dirigir el proyecto.

Tres imágenes representando los inicios de Silvent como empresa, muestran sus operaciones iniciales.

Con el fin de recabar más información sobre el problema, el grupo del proyecto empezó a realizar estudios de campo y mediciones en la industria sueca. Resultó obvio que casi todas las industrias tenían problemas de ruido, es decir, niveles de sonido superiores a 85 dB(A). El soplado con aire comprimido fue uno de los procesos que más ruido generaba. Se observó que muchas de las empresas utilizaban tubos de cobre normales, también conocidos como tubos abiertos, para limpiar, secar, enfriar, transportar y clasificar con aire comprimido. O usaban pistolas de soplado basadas en el mismo principio: un tubo abierto. Tras analizar otros mercados en Europa y Estados Unidos, también se descubrió que los mercados utilizaban el mismo método. El problema de soplar aire comprimido a través de tubos abiertos es el aumento de las turbulencias de aire creadas en cuanto el aire sale del tubo.

Esto desemboca en unos niveles de sonido muy altos y perjudiciales. El equipo del proyecto entendió que necesitaban desarrollar una nueva solución si querían reducir los niveles de sonido y la pérdida auditiva.

La primera boquilla de aire SILVENT 209.

1978: se patenta el prototipo Silvent

 

Crear una solución fue todo un reto. No había ninguna investigación previa en el campo, ni ningún software de simulación. Además, la producción de prototipos llevaba mucho tiempo y era difícil. Fueron necesarios varios años de desarrollo antes de que el grupo desarrollara un prototipo en 1978, utilizando una tecnología que reducía significativamente el nivel de sonido al soplar. El prototipo se patentó y se llamó Silvent, una abreviatura de la expresión en latín «silencum ventum», viento silencioso. El prototipo todavía forma parte de la gama de boquillas de aire y se conoce como SILVENT 209.

Debido a que Ingemansson, quien dirigió el proyecto, nunca estuvo interesado en vender boquillas de aire, vendió los derechos de la patente del prototipo Silvent. Durante unos años no se produjo ningún desarrollo. Pero el gran avance llegó en 1989, cuando Peder Ekberg y Åke Eliasson fundaron Silvent AB. Su pasión y enfoque en I+D hizo que más y más grandes corporaciones de todo el mundo tomasen conciencia de Silvent y sus boquillas de aire únicas. Había comenzado una historia de éxito.

Datos sobre SILVENT 209

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La primera boquilla de aire patentada del mundo

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Reduce el nivel de sonido en 15 dB(A)

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Cientos de miles de instalaciones desde 1989

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Sustituye al tubo abierto de 4 mm

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Un 37 % de ahorro de energía

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Sigue siendo un éxito de ventas a pesar de que muchos clientes hoy en día utilizan SILVENT 209 L-S